Piedra rosa del desierto
Piedra rosa del desierto
Creado con la ayuda del tiempo, la arena, el viento y el agua, el hermoso cristal, que por su parecido recuerda a los pétalos de rosa, tiene más de un nombre. La rosa del desierto también se llama rosa de arena, rosa de selenita o rosa de yeso. La selenita y el yeso se encuentran entre los componentes de la piedra, por lo que muchas de las propiedades curativas son las mismas. Pero el hermoso mineral también tiene sus energías específicas que estará encantado de compartir contigo.
Se dice que cada piedra tiene guardianes del espíritu, y cada una de ellas es diferente. Un cuento tradicional de nativos americanos afirmaba que las selenitas de las rosas del desierto fueron talladas por soldados que regresaron a casa desde el mundo de los espíritus. Se cree que se esparcieron rosas por toda la Tierra para proteger la patria de estos espíritus. Con su energía condescendiente, la piedra protegerá su hogar y a sus seres queridos del mal externo.
La rosa del desierto es una excelente ayuda durante la meditación. Equilibrará y calmará tus pensamientos, despejando la mente de programas y creencias obsoletas e innecesarias. Este mineral activará los chakras raíz, coronario y sacro, que ayudan en la claridad mental y la concentración, la manifestación y la autoexpresión, y abren la voluntad divina. Le ayudará a comprender lo que quiere y le mostrará la forma en que puede cumplir esos deseos.
Además, la piedra está asociada con la energía de la madera. Si lo colocas al este o sureste de tu habitación o casa invitarás o potenciarás la vitalidad de la abundancia y la prosperidad. También asegurará un buen flujo de fuerza vital universal. Fortalecerá su dedicación y compromiso con sus seres queridos, su familia y su comunidad.
País de origen: México.
Composición química: CaSO4 · 2H2O.
Dureza basada en la escala de Mohs: 2.
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