La malaquita es un mineral de cobre en bruto, cuyo nombre se deriva de las palabras griegas malhe - hierba o malaca - suavidad. Se utilizó como mineral de cobre en la antigüedad, pero comenzó a valorarse más como piedra preciosa debido a su rareza. Los griegos y los romanos fabricaban joyas y diversos adornos de malaquita. Los zares rusos lo usaron para decorar sus castillos.
Aunque la malaquita se encuentra más comúnmente con azurita, tiene un carácter diferente. El mineral verde tiene propiedades protectoras. Absorbe las emociones negativas y los contaminantes de la atmósfera, como el monóxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno. La malaquita absorbe ondas electromagnéticas, por lo que a menudo se almacena cerca de microondas, televisores u otros dispositivos técnicos nocivos para la salud.
Es una piedra que favorece la transformación interior. Ayuda a superar la modestia y a comprender que todos tenemos que asumir la responsabilidad de nuestras acciones y pensamientos. Se cree que la malaquita trata los traumas emocionales provocados por la infancia y reduce los síntomas de depresión y ansiedad. Al fomentar el amor sincero, mantiene la armonía de la relación al ayudar a las personas que a menudo se sienten demasiado apegadas a los demás y satisfacen sus propias necesidades por sí solas.
La malaquita también tiene una variedad de propiedades curativas. Se ha utilizado durante mucho tiempo para reducir los dolores menstruales y de parto. El mineral regula el ciclo y trata los trastornos uterinos. También normaliza la presión arterial baja, reduce los síntomas causados por un ataque epiléptico y ayuda con las náuseas durante el viaje.
Cristal: Malaquita. País de origen: Congo. Composición química: Cu2CO3 (OH) 2. Dureza basada en la escala de Mohs: 3.5 - 4.
